Miles de almas en la playa del soul


Cae la tarde, baja el sol en el Océano Atlántico y grupos de amigos y familias completas comienzan a acercarse al escenario que da la espalda al ocaso.

Los ritmos de la música de los djs, Sergio Palmer DJ Set y Jaime Falcón, han sido la llamada de atención para un público de diversas nacionalidades, edades y culturas que abandona sus toallas hipnotizados por los temas que suenan.

Maspalomas Costa Canaria Soul Festival ha hecho en esta tercera edición un homenaje a Rufus Thomas en un evento organizado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, dirigido y producido por DD&Company Producciones. Una apuesta del consistorio que se consolida en el municipio con una asistencia de público que crece en cada edición.

La alcaldesa accidental, Elena Álamo, afirmó que “Maspalomas Costa Canaria Soul Festival es una marca que implica un reclamo para el turismo cultural que es una apuesta ya para los próximos años”. Por su parte, la directora del Festival, Dania Dévora, está convencida que “algo que llega al tercer año es porque ha superado la aceptación del público y hay que pensar en ediciones futuras”.

El calor abandona la playa y los asistentes, tímidamente, siguen, con movimientos corporales, los instrumentos de la banda de Anthony Paule Soul Orchestra.

La intensidad de las voces de las leyendas del soul entran en escena y la magia inunda la playa de San Agustín. Más de 20.000 almas han disfrutado este fin de semana de ritmos conocidos, pegadizos, acentuados por palmas y movimientos corporales espontáneos.

El concierto comenzó con la impecable puesta en escena, y una voz cálida, el cantante, compositor y productor americano Earl Thomas levantó al público deseoso de vibrar con un espectáculo impecable.

Las hijas de Rufus Thomas, Carla y Vaneese, rindieron tributo a su padre sobre las tablas en un dúo con una personalidad sólo posible cuando se trata de la ‘reina de Memphis’.

Vasti Jackson desplegó toda su fuerza y versatilidad con un show en el que el público fue protagonista: cantó, bailó y se bajó del escenario para vivir en la arena toda la energía de un público entregado.

Scott Sharrard, dio muestras de su maestría con la guitarra y una voz que logró la complicidad de los asistentes, al igual que Wee Willie Walker, que hizo gala de un ritmo y un flow cargado de reminiscencias de la música de  os 60 y los 70.

El acento canario lo puso la banda, Banadú, que se desdobló en unos talleres de improvisación musical, y la interpretación de un repertorio propio que nace del jazz y pasea por el blues con una dulzura que promete llegar muy lejos, tal y como auguran quienes los conocen.

Barbara Blue puso  toda su energía y simpatía combinadas con las dosis justas de empatía con un público entregado a una cita que empieza a estar marcada en el calendario musical. Terrie Odabi, la mujer más dinámica del blues y del soul, puso punto y final a dos noches que acapararon acaparó la atención de quienes viven en la isla y aquellos que las visitan para disfrutar de una oferta cultural de calidad.

Casi setenta y dos horas en las que el soul llegó a miles de almas en un espectáculo en el que se hicieron cómplices los artistas, el público y las estrellas que brillaron sobre el escenario.

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