*El espacio del Gobierno, en La Laguna, inaugura la exposición mañana viernes 25, a las 20:30 horas, permaneciendo abierta al público hasta el 22 de enero*

*José Arturo Martín (Tenerife, 1976) y Javier Sicilia (Tenerife, 1971) son dos artistas que trabajan como equipo desde 1995, empleando de manera indistinta la pintura, el dibujo, la fotografía o la instalación. Su nuevo proyecto expositivo, «Perdona por las cosas que te dije en invierno» llega a las salas del Cabrera Pinto, en La Laguna, desde mañana viernes 25 (20:30 horas) y hasta el 22 de enero, con el comisariado de Fernando Gómez de la Cuesta.*
Su obra se caracteriza por desarrollar imágenes narrativas o escenográficas protagonizadas por ellos mismos, como actores-iconos, en las que se exponen a situaciones aparentemente cotidianas, pero de cuya lectura atenta, establecida en clave irónica, se genera un debate que alcanza, desde temas de índole política como la crisis del capitalismo, el postcolonialismo o el miedo como instrumento de coacción y manipulación, hasta otros asuntos como la propia decadencia de la masculinidad o la crisis de la identidad.
Esta exposición individual consta de una veintena de obras, de las cuales, la mitad, son trabajos realizados entre 1996 y 2015, mientras que el resto están pintados específicamente para esta propuesta. La intención de los artistas al mezclar piezas de diferentes épocas, es incidir en la idea de que su trayectoria es como una gran novela en la que, en cada capítulo, se han ido incorporando, repitiendo y profundizando unos temas concurrentes. Una biografía de la duda, una cartografía de su propia identidad, donde la micrografía y la bioficción recorren el camino que les lleva desde lo particular a lo general, desde lo imaginado a lo real.
Siendo conscientes de que están usando un lenguaje anacrónico y en permanente cuestionamiento como es la pintura, abordan las dificultades a las que se enfrenta el sujeto contemporáneo para sortear los obstáculos que les tiende un mundo de incertidumbre y de vorágine, en el que el futuro no está escrito sino que se plantea como el resultado de nuestras acciones, provocando una pérdida del sentido y de la identidad que ellos tratan de (re)construir para (re)orientarse, cartografiando su entorno inmediato y ficcionando sus biografías como un modo de (re)inventar la vida, sus propias vidas.
«Hoy en día, la abstracción ya no es la del mapa, la del doble, la del espejo o la del concepto. La simulación no corresponde a un territorio, a una referencia, a una sustancia, sino que es la generación por los modelos de algo real sin origen ni realidad: lo hiperreal» Jean Baudrillard, «Cultura y simulacro».