La SIT rinde tributo a Pedro Lezcano en el 15º aniversario de su fallecimiento


·         Con ‘La cantadera’, espectáculo dramático-musical escrito y dirigido por Miguel Afonso, que compartió con el poeta y político sus primeros años de carrera junto a Mestisay

·         Se exhibe el sábado a las 20.30 horas en el recinto de Primero de Mayo, con música en directo y la actuación de Guacimara Correa y Pepe Batista como protagonistas

Las Palmas de Gran Canaria, 16 de octubre de 2017.- Este sábado a las 20.30 horas llega a la Sala Insular de Teatro (SIT) ‘La cantadera’, homenaje dramático-musical al poeta y político Pedro Lezcano Montalvo, cuando se cumplen 15 años de su fallecimiento.

El espectáculo nace del afecto de su autor y director, el acordeonista Miguel Afonso, por Lezcano, con quien en la década de los 80 y con apenas 16 años compartió escenarios en múltiples recitales ofrecidos junto a Mestisay en Canarias, la Península y América.

Con música original de Ner Suárez, ‘La cantadera’ parte de un cuento del que fuera presidente del Cabildo de Gran Canaria, ‘Los primeros zapatos de la cantadera’, que narra la historia de una muchacha que anhela un hermoso par de zapatos expuestos en la peletería de su pueblo, una excusa de Lezcano para denunciar las duras condiciones laborales de aparceros y labriegos de su época.

En la pieza se sobreponen monólogos internos de los personajes interpretados por Pepe Batista, antiguo compañero también del escritor por su participación como actor en varios montajes del Teatro Insular de Cámara, Guacimara Correa y Eliana Dolgikh.

Cada giro en las palabras viene acompañado y potenciado por diferentes músicas interpretadas con acordeón, violín, guitarra, timple, laúd, bajo y percusiones, que sirven de colchón a las voces solistas. Así, colaboradores habituales de Afonso, como Ana Gil, Caterina Trujillo, Ivanoff Rodríguez y Dani Moreno, completan el elenco de la pieza, que llega a la SIT tras un exitoso preestreno este verano en los municipios de Agaete y Santa Brígida.

“En contraste con la propia carga dramática del texto madre, la escenografía, los movimientos escénicos y los diálogos propician un estado tan onírico como tangible”, según los responsables de este trabajo, para los que “la banda sonora engancha de igual forma en el conjunto, al musicalizar las palabras del poeta”. “Es un espectáculo de altura y trascendencia, ya simplemente por homenajear a uno de los grandes poetas de Canarias”, añaden.

A solo 12 euros, las entradas están a la venta a través de los canales habituales de la Fundación de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, que gestiona la SIT: la taquilla del teatro Cuyás, la de propia SIT (abierta hora y media antes de las funciones) y, ahora también, la web www.salainsulardeteatro.com.

Pedro Lezcano. Nacido en Madrid en 1920, se traslada a Las Palmas de Gran Canaria a los nueve años. Cursa Filosofía y Letras en la Universidad de La Laguna y culmina la especialidad de Filosofía Pura en la capital de España, donde sin embargo no llega a terminar su tesis doctoral por el descontento que le producen las ideas imperantes en la Facultad de Letras de la Universidad Complutense. Tras terminar sus estudios, se establece como impresor y editor.

En sus años de universitario en la capital, frecuenta a los garcilasianos liderados por el poeta José García Nieto en su tertulia del Café Gijón. Allí traba amistad con Eugenio de Nora, Sergio Alonso y Cela, entre otros intelectuales de la posguerra española. También son frecuentes sus visitas a Villa Velintonia, la casa de Vicente Aleixandre.

Escribe cuentos, teatro, poesía, y comienza a publicar sus versos en revistas literarias de la época empujado por sus amigos madrileños.

Influenciado inicialmente por los poetas del 27, especialmente por Miguel Hernández, y admirador de los vates isleños Saulo Torón, Tomás Morales y Alonso Quesada, a los que considera padres espirituales de una obra poética nacida en las islas pero con vocación universal, desde sus primeros poemarios publicados alterna la poesía popular con la de contenido social y humanístico, sin despreciar la lírica más existencialista y amorosa.

Su vinculación con otros poetas e intelectuales canarios de su generación, como los hermanos Agustín y José María Millares, Carlos Pinto Grote o Ventura y Víctor Doreste (algunos hacen tertulia en la imprenta que el propio Lezcano abre en Las Palmas a finales de los 40), propicia la aparición de ‘Antología cercada’, poemario colectivo que se adelanta a lo que después se catalogaría como Poesía Social en España. Ya en los 50, sostendrá junto a su hermano Ricardo, amigos y otros familiares una recordada actividad teatral a la sombra de El Museo Canario: el Teatro Insular de Cámara.

De su prosa destacan ‘La ruleta del Sur’ (1956), ‘Desconfianza (1945), ‘Diario de una mosca’ (1994) y ‘Cuentos sin geografía y otras narraciones’ (1968), mientras que de su obra poética lo hacen ‘La Maleta (1982) y ‘Consejo de Paz’ (denuncia de las injusticias sociales y una crítica al militarismo, por su autoría fue sometido a un consejo de guerra junto a Salvador Sagaseta). También destacan libros como ‘Cinco Poemas’ (1944), ‘Romancero canario’ (1946), ‘Paloma o herramienta’ (1989) y ‘Romance del tiempo’ (1950).

Sus poemas han sido musicalizados por diversos compositores populares como Manuel Picón o Andrés Molina, aunque su relación más importante en este campo la tuvo con Mestisay. Desde su fundación, estableció con este grupo una fecunda relación personal y artística que les llevó a participar, juntos, en conciertos y giras internacionales en los que Lezcano recitaba sus poemas. De hecho, varias canciones de Mestisay, como ‘Sulema’ o ‘Mi pequeña María’, tienen su origen en sus composiciones. En la década de los 80, grabaron el monólogo poético ‘La maleta’, muy popular en las Islas.

En los años 80, Lezcano se convierte en candidato independiente de la coalición Unión del Pueblo Canario a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, que alcanzaría en 1991 con ICAN (partido fundacional de Coalición Canaria). Miembro de Honor de la Academia Canaria de la Lengua, Premio Canarias de Literatura y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria e hijo adoptivo de esta ciudad, Lezcano fue, además, un notable jugador y maestro de ajedrez, submarinista, senderista y micólogo. Falleció en Gran Canaria en 2002.

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