‘Iván el Terrible’ abrió con éxito el Festival de Música de Canarias


La intensidad melódica de Serguéi Prokófiev, con su Iván el Terrible, vino a confirmar el esperanzado inicio de un nuevo tiempo, acogiendo el reto que con valentía e ilusión ha asumido el nuevo director del Festival de Música de Canarias (FMC), Jorge Perdigón.

La Orquesta Filarmónica de Novosibirsk y el Coro Nacional de España, dirigidos por César Álvarez, supieron entrelazar con eficacia cada fragmento del oratorio, evocando la dimensión cinematográfica y el pulso magistral que en feliz conjunción Einsenstein puso en cada uno de los fotogramas de Iván el Terrible, recreándolo con el acierto escénico de José Carlos Plaza.

Desde los primeros acordes se denotó la elegancia y naturalidad de la orquesta, que fue creciendo en intensidad y sutilezas, al igual que la excelencia coral, dirigida por Miguel Ángel García Cañamero. Polina Shamaeva, contralto, y Sergey Plyusnin, barítono, aportaron por igual un sólido realce en sus intervenciones.

La Canción de Cuna de Efrosinia y las sutilezas de Fiódor Basmanov y los Oprichnik, con el coro, elevaron si cabe aún más el gran nivel del concierto. El Auditorio de Tenerife, con un amplio aforo y notables ausencias del público que con mayor fidelidad venía acudiendo habitualmente, disfrutó del primer concierto del FMC, mostrando al término su satisfacción en prolongado aplauso. Mención especial merece José Coronado.

El actor cubrió con holgura el recitado, dando brio a su papel como hilo conductor del oratorio. Encarnó con fidelidad el rol de Iván Vasilivich el Terrible. Dio los matices precisos, que acercaron su historia y los avatares entorno al trono del príncipe de Moscovia.

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El concierto finalizó con el sostenido acierto del coro y orquesta, con la brillantez de las voces eficazmente conjuntadas que claman, sobre el incendio, por la unidad de la Madre Rusia.

Previo al concierto el polifacético y gran divulgador de la música Fernando Palacios ofreció en la Sala de Prensa del Auditorio Adán Martín una conferencia, con la que supo acercar la obra al público, mostrando su innegable admiración por el Prokófiev. El también compositor consolidó con sus palabras el virtuosismo que le distingue como gran divulgador musical.


*Publicado en Diario de Avisos

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