El protagonismo de los objetos y del espacio en el mundo nipón centra la 16ª Semana del Cine Japonés de Las Palmas de Gran Canaria


  • Con el título ‘Toko-no-ma: la voluptuosidad de los objetos en el cine japonés’, la cita que organiza la Asociación de Cine Vértigo se desarrollará en la Casa de Colón del 23 al 27 de julio

 

Las Palmas de Gran Canaria, 19 de julio de 2018.- Cinco días, cinco películas y cinco ocasiones para dejarse envolver por las sutiles sedas de la creatividad nipona. La 16ª Semana del Cine Japonés de Las Palmas de Gran Canaria llega esta vez bajo el título de ‘Toko-no-ma: la voluptuosidad de los objetos en el cine japonés’ y centrará su mirada entre los días 23 y 27 de julio en el uso que éste ha hecho de distintos elementos físicos y del propio espacio.

Esta nueva edición de la Semana del Cine Japonés de Las Palmas de Gran Canaria que organiza la Asociación de Cine Vértigo con el patrocinio de la Fundación Japón tendrá lugar nuevamente en la Casa de Colón, museo del Cabildo de Gran Canaria que colabora con una de las grandes citas para los cinéfilos y cinéfilas de la isla. Los pases, en versión original con subtítulos en español, tendrán lugar de lunes a viernes, a las 20.00 horas, con entrada gratuita hasta completar aforo.

Esta edición se sirve de un elemento singular de la cultura japonesa, el toko-no-ma, para asomarse a la representación del espacio en el cine japonés. Toko-no-ma es un tipo de hornacina que ocupa la pared principal de las salas de estar; presidido por un rollo de papel caligrafiado, su interior sirve de marco expositivo para arreglos florales e incensarios, cuidadosamente dispuestos sobre un pequeño pedestal de madera, el cual no debe pisarse ni cubrirse. Es el único lugar de la casa en el que no se puede entrar y, al mismo tiempo, es el centro de atracción hacia el que convergen todas las miradas.

La Semana incluirá alguno de los trabajos más destacados de directores como Hiroshi Shimizu, Sadao Yamanaka, Yasujiro Ozu, Mikio Naruse o Jun Ichikawa, trabajos que permitirán apreciar el paralelismo existente entre la singularidad del toko-no-ma y la concepción fílmica que del espacio japonés tienen sus cineastas, toda vez que la casa nipona se presenta al espectador “distante” como un marco imaginario en el que la apariencia de las cosas se exhibe de forma voluptuosa, acentuando sus cualidades plásticas por encima de su utilidad.

Programa

La primera de las proyecciones, programada para el lunes 23 de julio, estará precedida de la disertación del arquitecto, historiador y crítico de cine Aythami Ramos, quien a partir de las 19.00 horas ofrecerá la conferencia denominada ‘El objeto y la casa: estrategias de voluptuosidad para un cine refractario’.

Tras su intervención se visionará ‘Los masajistas y una mujer’ (Anma to onna, 1938), dirigida por Hisochi Shimizu y que pone el foco sobre dos invidentes que se ganan la vida como masajistas. La obra constituye uno de los ejemplos más representativos tanto del excepcional talento de su autor (reconocido por Mizoguchi como uno de los más grandes genios del período clásico japonés), como del tono característico de las producciones Shochiku en la edad de oro de la compañía.

El martes toma el relevo la ‘Humanidad y globos de papel’ (Ninjō kami fūsen, 1937), de Sadao Yamanaka. Narra la historia de un samurái caído en desgracia que sobrevive fabricando globos de papel junto a su esposa en un vecindario marginal. La estudiada disposición de los elementos contenidos en cuadro, la articulación del espacio por medio del corte, el punto de vista bajo de la cámara y el empleo de primeros planos de objetos a modo de ‘naturalezas muertas”’ permite reconocer aquí su impronta en el imaginario del renombrado Ozu.

La siguiente escala lleva hasta ‘La hierba errante’ (Ukigusa, 1959), de Yasujirō Ozu. Este relato sobre una compañía de teatro y su llegada a una pequeña aldea costera deja apreciar claramente el efecto de la la sofisticada fotografía (obra del legendario director de fotografía Kazuo Miyagawa, mundialmente conocido por sus trabajos para Kurosawa y Mizoguchi), que aporta una cualidad pictórica inusitada a las ya cuidadas elaboraciones visuales de Ozu.

El jueves llegan las ‘Nubes dispersas’ (Midaregumo, 1967de Mikio Naruse. La película se constituye en una suerte de epílogo a cuatro décadas de cine japonés escrito desde esa distancia, la de la madurez en el final de la vida, que sólo puede conceder el paso irrefrenable del tiempo.

La Semana se cerrará el viernes con la proyección de Tony Takitani (Tonī Takitani, 2004), con Jun Ichikawa en el asiento del director. En la película, Tony es un niño que creció en un ambiente de absoluta soledad con la única compañía de sus dibujos. Galardonada en los festivales de Locarno y Las Palmas de Gran Canaria, Jun Ichikawa obtuvo el reconocimiento internacional tras tres décadas dedicado al mundo de la publicidad, el cine y la televisión con esta película basada en un relato breve de Haruki Murakami.

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