Clausura ‘a la francesa’ con la Orquesta de París, Eschenbach y Lozakovich


El 36 Festival de Música de Canarias pone un espectacular broche final con música de Mendelssohn y Berlioz, este fin de semana en Gran Canaria y Tenerife, con cerca de cien músicos sobre el escenario.

El maestro Eschenbach, a punto de cumplir 80 años, sigue siendo un director muy solicitado por las más importantes orquestas del mundo.

El violinista sueco Daniel Lozakovich, con tan solo 18 años, lleva una década asombrando al mundo por su técnica, seguridad y claridad

La Orquesta de París, principal formación sinfónica de Francia, será este fin de semana la encargada de poner los compases finales a la 36 edición del Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) en los auditorios capitalinos. Será una clausura de lujo con dos generaciones de talentos sobre el escenario: el maestro Christoph Eschenbach -a punto de cumplir 80 años-  y el violinista sueco Daniel Lozakovich, que con solo 18 años es el primer solista nacido en el siglo 21 que visita el FIMC. Juntos interpretarán el ‘Concierto para violín y orquesta en Mi menor’, de Mendelssohn. En la segunda parte, la formación francesa pondrá un espectacular broche de oro al festival con la ‘Sinfónica Fantástica’ de Berlioz.

Un punto y final muy esperado que cuenta con el apoyo del Grupo Barceló y que estará bajo la batuta del afamado maestro germano Eschenbach, uno de los primeros músicos que actuó en el Festival, allá por 1985, en su primera edición. Hoy, después de medio siglo sobre los podios internacionales, sigue siendo un director muy solicitado por las más importantes orquestas, festivales y salas de ópera del mundo. El maestro conoce bien a la formación que le acompaña en este 36º FIMC –cuya plantilla se sitúa en torno al centenar de músicos- ya que fue su titular durante la década 2000-2010.

Los conciertos serán el sábado 8 de febrero en el Auditorio de Gran Canaria, y el domingo 9 en el Auditorio de Tenerife, ambos a las 20.00 horas. Y, como no podía ser de otra manera, en ambos habrá charla introductoria una hora antes, en las que el público podrá conocer jugosos detalles de un concierto con tan buenos ingredientes. Será una presentación a cargo del divulgador musical Ricardo Ducatenzeiler, apoyada por Fundación Cepsa. Las entradas para ambos conciertos están disponibles en las web de los auditorios y en www.festivaldecanarias.com.

Eschenbach vs Jerónimo Saavedra

Al respecto del director y pianista alemán, cabe reseñar que a su edad “sigue trabajando por medio mundo”, además de mantener “una relación intensa con Canarias”, donde ha residido durante largas temporadas, según afirma el director del FIMC, Jorge Perdigón. Precisamente, dada su amistad con el expresidente de Canarias y “padre” del Festival en 1985, Jerónimo Saavedra, se ha organizado también un encuentro-diálogo entre ambos en el que hablarán de este concierto y de algunos detalles de sus trayectorias en común. Será el viernes 7 de febrero, a las 18.30 horas, en el Hotel Santa Catalina de la capital gran canaria, con entrada libre para el público.

Poco después de finalizar ese encuentro, en el mismo hotel se ofrecerá un concierto de Ensemble Cimadevilla, en el que presenta un repertorio camerístico de la música del compositor argentino Astor Piazzolla, conocido principalmente por haber iniciado una revolución en el tanto y haberlo transformado en una música de concierto. Esta sesión será el viernes a las 20.00 horas, con entrada gratuita, en el marco del festival ‘En Paralelo’, cuya programación se desarrolla ‘en paralelo’ al FIMC.

Más sobre la Orquesta de París, Lozakovich y el concierto de clausura

Del joven Daniel Lozakovich (Estocolmo, 2001), quien comenzó los estudios de violín a los 6 años, se dice que desprende una “madurez inusual” y a la vista de su currículo pareciera atesorar décadas de trayectoria. No en vano, acompañado por su Stradivarius de 1713 ya ha actuado con destacadas orquestas.

Muchos lo consideran un nuevo Menuhin y no es frecuente que con 17 años firme un contrato, como artista exclusivo, con la prestigiosa editora Deutsche Grammophon, después de haber ganado varios premios en concursos de reconocido prestigio. Será el violinista que interprete el concierto de Mendelssohn. Con tan solo 18 años lleva una década asombrando al mundo por su técnica, seguridad y claridad, y una madurez musical sorprendente a su edad.

Llega a Canarias junto a la Orchestre de Paris, una formación que ofrece alrededor de cien conciertos con sus 119 músicos cada temporada, en su sede de la Philharmonie de Paris o en giras internacionales. Desde su primera gira estadounidense en 1968 con Charles Munch, la Orquesta de Paris ha sido invitada habitual en las principales salas y ha forjado lazos estrechos con las capitales musicales europeas, pero también con el público japonés, coreano y chino.

Esta orquesta considera más que nunca su trabajo hacia los jóvenes como una de sus líneas prioritarias. Ya sea en los diversos espacios de la Filarmónica o fuera de sus paredes, en París o en lis suburbios de la capital, ofrece una amplia gama de actividades, abiertas a escolares o familias, así como a los ciudadanos que están más alejados de la vida musical y en situaciones de vulnerabilidad.

Christoph Eschenbach ha dirigido a las principales orquestas del mundo, y es invitado habitualmente a los festivales más prestigiosos. Su discografía es impresionante. El maestro Eschenbach sigue en plena forma, cuando este mismo mes de febrero cumple 80 años.

Programa: Mendelssohn y Berlioz

En cuanto al programa, el ‘Concierto para violín y orquesta en Mi menor’, de Felix Mendelssohn, nació alimentado por la amistad que existía entre el propio compositor y el violinista Ferdinand David, dos espíritus afines vinculados por un talento que les llevaría a la fama. Esta obra es uno de los conciertos más elaborados e influyentes del Romanticismo

La Sinfonía Fantástica, op.14, subtitulada Episodio de la vida de un artista, se estrenó el 5 de diciembre de 1830 en el Conservatorio de París. Interpretada bajo la dirección de François-Antoine Habeneck, gozó de un inmenso éxito en su acogida. La sinfonía, considerada el primer ejemplo de música programática, consta de cinco movimientos, Hasta entonces, las sinfonías se estructuraban en cuatro, a excepción de la ‘Pastoral’, de Beethoven.

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