Hasta ahora han pasado por los espacios alrededor de 70 artistas que luegohan desarrollado proyectos en destacados museos de las islas y del territorio nacional

El viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Juan Márquez, realizó esta mañana una visita a los estudios artísticos del Centro de Arte La Regenta, en Las Palmas de Gran Canaria, con el fin de conocer de primera mano el desarrollo de los proyectos de los jóvenes artistas seleccionados en la actual convocatoria.

El Gobierno, a través de convocatoria pública de proyectos de artes visuales, ofrece a jóvenes creadores la oportunidad de tener a su alcance un espacio adecuado para desarrollar su trabajo en las mejores condiciones posibles. La Regenta dispone de este tipo de instalaciones desde el año 2008 como lugares de trabajo para que creadoras y creadores emergentes puedan desarrollar su potencial, intercambiar experiencias, colaborar con La Regenta en la organización de exposiciones y dar a conocer su obra.

Actualmente ocupan estos espacios Angharad Rojo (Las Palmas de Gran Canaria), Cristina Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1990), Macarena López (Arrecife,1974), Mecova Teatro (Andrea Roura, Niria Ro, Alda Rivas, Eliana Melián y Esther Múñoz), Paula Ducatenzeiler (Las Palmas de Gran Canaria, 1985), Rafael Arocha (Las Palmas de Gran Canaria, 1978).

Márquez aseguró que estas residencias suponen “una oportunidad para el intercambio disciplinar entre todas las artes en las que comparten experiencias que enriquecen su obra. Es una actividad muy interesante para los jóvenes que comienzan su carrera y que les supone un crecimiento personal y artístico”.

Hasta ahora han pasado por los estudios de La Regenta alrededor de 70 artistas. Esta oportunidad les ha servido, en muchos de los casos, para dar un impulso a su trabajo, puesto que la mayoría han desarrollado proyectos en destacados museos de las islas y del territorio nacional.

Estos estudios, habilitados en el interior del centro de producción artística del Gobierno de Canarias, se pusieron en marcha con el objetivo de facilitar a los artistas de las Islas el desarrollo de sus creaciones, al contar con un espacio cedido de forma gratuita para tal fin. La iniciativa responde al objetivo del Gobierno de incentivar la producción de arte emergente en Canarias como un medio para desarrollar los valores de nuestra cultura y la diversidad de lenguajes, géneros y estilos artísticos.

Angharad Rojo (Las Palmas de Gran Canaria)

Habiendo estudiado Derecho y un máster en Producción Ejecutiva, no es hasta 2011 que, dejando la abogacía a un lado, decide emprender un nuevo camino por lo que decide pasar una larga temporada en el extranjero (Francia, Inglaterra, Irlanda y luego en Egipto) donde la fotografía se convierte en su principal ocupación que aprende de manera autodidacta. A finales de 2013 se traslada a Madrid para formarse en producción audiovisual y a partir de ese momento, viajando entre la Península Ibérica y Canarias, empieza a observar desde otro prisma lo que desde niña ha sido su entorno en el archipiélago, obsesionándose por capturarlo.

Cristina Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1990)

Licenciada en Bellas Artes por La Universidad Complutense de Madrid. Formada en dibujo y pintura desde muy pequeña. Cursa el último año de carrera en el Politécnico di Milano. En la ciudad italiana descubre inquietudes artísticas nuevas, interesándose por el diseño gráfico. Un vez terminada la carrera en 2013, trabaja como diseñadora gráfica en el sector tecnológico en la empresa privada. Desarrolla su proyecto artístico donde contar y expresar inquietudes personales, permitiendo elaborar un discurso estético y conceptual para tratar la problemática sobre la abundancia de fotografías que vivimos en la sociedad actual.

Su arte plantea como punto de partida la investigación y el análisis de la fotografía familiar de mitad del siglo XX y de cómo ha evolucionado en la actualidad, con la incursión del desarrollo tecnológico en la vida cotidiana de las personas.

Macarena López (Arrecife,1974)

Diplomada en Magisterio y Trabajo Social por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria; también realiza estudios de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid.

El papel es materia es determinante en su producción hasta convertirse en parte esencial de su obra, soporte y objeto de transformación que le permite dejar huella del mismo modo que la piedra al escultor.

Su proyecto Síndrome Mararía se apropia del recurso de la obra literaria para ahora dar voz a la que antes ya ha sido contada y aportar una perspectiva en la que una creadora se apropia del personaje femenino imaginado por un hombre. El progreso logrado en las últimas décadas en la vida de las mujeres con la oportunidad de trascender el ámbito doméstico no ha supuesto una libertad real. Atadas a unos patrones supuestamente femeninos pero creados e impuestos por hombres, las mujeres carecen de un espacio de libertad donde «crearse», y el tan anhelado cuarto propio persiste como espejismo.

Mecova Teatro

Mecova Teatro nace hace tres años con cuatro mujeres: Andrea Roura, Niria Ro, Alda Rivas y Eliana Melián, unidas mientras cursaban los Estudios Superiores de Arte Dramático en la Escuela de Actores de Canarias; más tarde se une Esther Muñoz, cerrando el grupo definitivamente.

En el colectivo se crea, codirige y actúa en obras como Miguel y Tres cuervos esta última ganadora del concurso de Micro teatro de La Farándula, donde juegan a exponer su punto de vista con textos propios y un lenguaje diferente: poético, cómico y reivindicativo.

Su compromiso ante todo es crear y profundizar en aquellos temas que nos inquietan, nos alteran y al mismo tiempo nos ayudan a entender cómo somos y porqué nos comportamos de ciertas maneras.

El objetivo que se propone Mecova Teatro es el de llevar a cabo creaciones con crítica y compromiso social que le permita entrar en la red nacional de micro teatro; y visibilizar la presencia femenina en el ámbito cultural. Busca fusionar varias disciplinas de las artes escénicas y audiovisuales para exponerlos no solo a espacios escénicos sino en la calle, museos, aulas y plazas. Un arte activo, vivo, que implica a la colectividad, ya sea de manera activa o pasiva generando un debate interno donde nadie se irá como vino.

Paula Ducatenzeiler (Las Palmas de Gran Canaria, 1985)

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna. Se formó como pintora y fotógrafa en la Accademia di Belle Arti di Roma antes de especializarse en videoarte y performance en la Universidad de Granada. Máster en Emprendimiento y Nuevos Modelos de Ocio, Máster en Gestión de Proyectos y Espacios Culturales.

Ha participado como performer en festivales como Arte en Predicado (La Laguna, 2010) con la obra Yo fémina; en Synch 1.0 (Fluxart, Las Palmas, 2011) con la video-instalación 3D mapping Vecuadro; y actualmente en el Laboratorio Imaginario junto con diversos artistas canarios en el proyecto de lo concreto a lo abstracto con la performance Inflexión.

Su fórmula es salir de los patrones de conducta habituales, rozar lo desapercibido y traerlo a la cotidianidad, diluir la barrera entre el artista y el espectador y crear un ambiente en donde este último se sienta cómodo y arropado.

Rafael Arocha (Las Palmas de Gran Canaria, 1978)

Rafael Arocha se inicia en fotografía de manera autodidacta para posteriormente viajar a Londres y trabajar como asistente de fotógrafos a lo largo de tres años. En Barcelona, donde vivió durante dieciséis años, se desarrolla como autor y realiza talleres con fotógrafos como Antoine D´Agata, Nina Berman, Antonin Kratochvil ó Christopher Anderson.

Su trabajo ha recibido reconocimientos como el Primer Premio del Festival Internacional de la Imagen de México, la Beca Fotointerpreta de Barcelona o el PX3 Photographie de Paris. En los últimos años ha desarrollado también una intensa labor como gestor cultural y docente trabajando en la organización de proyectos de formación en fotografía como los Barcelona Magnun Workshops, Al-liquindoi Workshops o Ojo de Pez Photomeeting.

A través de temáticas diversas su fotografía intenta proyectar un eco íntimo que nos confronte con el reflejo de quiénes somos, a la vez que nos ayude a interrogarnos sobre qué nos construye o cómo nos comunicamos.

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